miércoles, 19 de noviembre de 2008

ORA SIEMPRE Y DESCANSA EN LA ORACIÓN



Cuando aprendemos a gustar de este "pasar tiempo con Dios a solas", descubrimos que la soledad (tan temida) no es un estar solos, sino un estar solos con Dios.
San Pablo les aconseja a los tesalonicenses " Orad sin interrupción" 1Tes.5.17
La traducción literal de las palabras "ora siempre" es "ven a descansar". La palabra griega para descanso es hesychia.
Hesychia es el descanso que brota de la oración incesante. Es un descanso en Dios en medio de una lucha diaria muy intensa.
La oración que lleva a aquel descanso, en el que el alma puede morar con Dios, es la oración del corazón. En esta oración estamos en la presencia de Dios con la mente en el corazón.




NUTRIDA POR ORACIONES CORTAS


La repetición "tranquila" de una sola palabra puede ayudarnos a descender con la mente en el corazón.
Los Padres del Desierto dicen : "no hay ninguna necesidad de hacer largos discursos, basta que uno extienda la mano y diga : Señor tal como tu quieres y sabes ten piedad". "Señor ayúdame".
El sabe muy bien lo que necesitamos y nos muestra su misericordia.
El secreto en usar frases simples y lo mejor son frases o palabras de la Biblia.
Es un modo de oración adaptado al hombre de hoy que declara que no tiene tiempo de orar. De hecho, cuando se practica, se descubre que tenemos mucho más tiempo del que inmaginamos; el tiempo de andar por la calle, de esperar en un semáforo, en la cola de un banco, esperando el numero de un turno, etc.
La invocación del nombre de Jesús esta al alcance de todos e introduce en los mas profundos misterios. Se adapta a todas las circunstancias de tiempo y lugar : trabajos del campo, de la fábrica, de la oficina, del hogar. Todas son compatibles con ella.
No se trata de repetir mecánicamente esta oración, sino de sentirla, de vivirla. A menudo es posible acomodarla al ritmo de la respiración, diciendo al inspirar : "Jesús mio" y al expirar "ten misericordia de mi"
"Señor, ven en mi ayuda"
"Oh Dios, ven en mi auxilio"
"Jesús maestro, ten piedad de mi"
La frase se puede alargar : " Hijo de Dios, ten piedad de mi pecador" o al contrario recortarla cada vez más hasta reducirla sencillamente al recuerdo del nombre amado "Jesús".(#)
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El camino del corazon. Henri Nouwen
El tiempo para Dios. Jacques Philippe
La oracion del corazon. Jean Lafrance



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